La Osteopatía consiste en el método de tratamiento de las enfermedades que se basa en los masajes y la manipulación de las articulaciones; se fundamenta en la teoría de que el cuerpo es capaz de elaborar sus propios remedios contra las enfermedades y acepta el método terapéutico y de diagnóstico de la medicina científica.
Nuestros osteópatas analizan la estructura del organismo a tratar y formulan un diagnóstico-tratamiento para solucionar los problemas existentes de dolores articulares, lesiones deportivas, desordenes posturales, dolores post traumáticos, sinusitis crónica, vértigos, migrañas, cefaleas, estrés, ansiedad o problemas digestivos.
La quiropráctica se ocupa del diagnóstico, tratamiento y prevención de desórdenes del sistema músculo-esqueletal, y los efectos de estos desórdenes sobre el sistema nervioso y la salud general. La dorsalgia, la lumbalgia y la hernia discal son algunas de las afecciones que tratamos en CMI STILL a través de la quiropráctica. A través de la estimulación, o de la cavitación logramos ayudar a los pacientes en sus afecciones.
La quiropráctica es un tipo de medicina alternativa que se centra en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos mecánicos del sistema musculoesquelético, especialmente la columna vertebral, bajo la creencia de que estos trastornos afectan la salud general a través del sistema nervioso y que su corrección mejora o restaura la salud. La filosofía en la que se basa y ciertas prácticas y creencias empleadas por los quiroprácticos son pseudocientíficas y anticientíficas.

SERVICIOS:
Visceral
La mecánica visceral
La osteopatía visceral está basada en que todas las vísceras tienen movimiento, como cualquier otra estructura corporal, y tienen que tenerlo para funcionar correctamente.
El movimiento de las vísceras es producido por:
– el diafragma: es un músculo que al contraerse ejerce un empuje sobre las vísceras abdominales y una tracción sobre los pulmones y el corazón.
– el propio movimiento visceral: el corazón late, el estomago tiene contracciones involuntarias para poder hacer la digestión, los intestinos tienen peristaltismos…
– la movilidad visceral: es un movimiento propio de cada órgano, que parece que tiene su origen en el desarrollo embrionario.
Entonces, si el diafragma no se contrae correctamente las vísceras ya no se van a mover bien, porque no van a recibir ese empuje que necesitan y si la musculatura interna involuntaria de las vísceras está espasmada, el movimiento visceral va a estar disminuido.
Y como en cualquier otra parte del cuerpo, si deja de haber movimiento aparecen consecuencias:
– las sustancias de desecho se quedan estancadas al no haber el efecto bombeo produciendo un acúmulo de toxinas en la zona sin movimiento.
– se producen adherencias entre los planos que antes deslizaban correctamente, disminuyendo todavía más la movilidad.
La función de la víscera disminuye, los intestinos por ejemplo al no tener una buena contracción, no van a poder empujar el bolo alimenticio y pueden aparecer los síntomas, como digestiones pesadas, gases, estreñimiento…
Por lo tanto vemos, que mantener un buen movimiento diafragmático y un buen movimiento visceral es imprescindible para tener una buena salud.
Pero la osteopatía visceral todavía va un poquito más allá, porque cuando hay una disminución de movimiento visceral, no solamente podemos tener dolores o síntomas viscerales, sino que los síntomas pueden ser en más zonas del cuerpo. Y esto es debido a que las vísceras pueden dar dolor referido (dolor en una parte que puede estar a distancia del lugar de origen). Es muy conocido el dolor referido del corazón, todo el mundo sabe que duele en la parte interna del brazo izquierdo, pues lo mismo pasa con el resto de vísceras. El hígado, por ejemplo, nos puede simular una tendinitis en el hombro derecho, la vesícula biliar una tendinitis en el codo derecho, el esófago nos da dolor entre las paletillas, el estómago nos da sensación de pesadez y dolor en los trapecios…
Por lo tanto, la osteopatía visceral no solamente nos sirve para dar movilidad visceral y disminuir síntomas viscerales sino que también nos otorga más posibilidades de tratamiento ante un dolor, ya que hay veces que con las técnicas habituales musculo-esqueléticas no se soluciona el problema y la llave está en el tratamiento visceral, en principio tendinitis en los hombros que no se modificaban con nada, cuando su origen es visceral basta con unas pocas sesiones para que el dolor desaparezca.
Pediatría
Cólicos, estreñimiento, diarreas, reflujo gastroesofágico, tortícolis congénito, bronquiolitis, trastornos del sueño, irritabilidad, asma, alergias, hiperactividad…esta lista es sólo un ejemplo de alteraciones y desequilibrios que habitualmente presentan los bebés y que suele abordar la medicina tradicional.
Lo ideal es aplicar el tratamiento durante los 6 primeros meses de vida, que es cuando más efectivas son las técnicas gracias al gran potencial de cambio que presenta el bebé, y cuando mejores y más rápidos resultados se obtienen. No obstante el tratamiento se puede iniciar a cualquier edad, ya que la osteopatía es una terapia aplicada en adultos.
Es importante saber que es un tratamiento totalmente compatible con la medicina convencional y que no sólo es curativo sino también preventivo, es decir que siempre es recomendable acudir en los primeros meses de vida con el fin de detectar esos posibles desajustes que en el 70% pasan desapercibidos.
Existen casos en los que es particularmente recomendable acudir a una primera consulta osteopática, entre ellos, embarazos gemelares, cesáreas, partos de nalgas y podálicos, fórceps, ventosas, bebés prematuros… por el alto índice de traumatismos que pueden sufrir los bebés en estas situaciones.
Ginecología
La osteopatía ginecológica es un abordaje terapéutico que engloba todos los aspectos relacionados con este campo. Aquí pueden incluirse todos los problemas asociados con las menstruaciones, como son las dismenorreas (dolores menstruales), su regulación, etc. Como siempre, el abordaje osteopático irá encaminado a buscar y abordar el origen del problema, y enfocará el tratamiento en intentar mejorar la salud de la mujer.
Un ejemplo de estos problemas es la amenorrea. Se trata de la ausencia de menstruación, que puede ser originada por diferentes aspectos, como por ejemplo una alteración anatómica o funcional del útero o de los ovarios, o por alguna patología que afecte a las funciones de dichas estructuras. En muchos casos, también puede ser causada por una alteración hormonal.
Además, existen ciertos casos de infertilidad que pueden ser tratados desde la osteopatía, como pueden ser un mal posicionamiento de la pelvis, una mala vascularización, cicatrices, estrés, tensiones ligamentosas y musculares uterinas u ováricas…
Muy importante también el postparto, el gran olvidado, para ayudar a que su cuerpo vuelva a su situación natural.
También podemos incluir problemas como la endometriosis, dispareunia (dolor en las relaciones sexuales), dolores/problemas en el suelo pélvico, incontinencias urinarias, prolapsos uterinos, problemas asociados con la menopausia, cicatrices (episiotomías, cesáreas u otras intervenciones pélvicas), entre otras dolencias.
El tratamiento osteopático en este campo, al igual que en el resto de casos, no debe olvidar nunca la globalidad de la paciente, y dependiendo de cuál sea el origen, el tratamiento puede incidir más en unas zonas u otras: craneal (en casos de estrés, alteraciones hormonales, etc.), diafragmas, pelvis… en algunos casos es necesario, siempre y cuando la paciente esté de acuerdo, realizar algunas técnicas por vía interna, si hay cicatrices internas o malos posicionamientos uterinos. Es tan importante restablecer el continente como el contenido.
Cualquier tipo de intervención nunca será dolorosa.